Thursday 21 July 2011

C.S.

I want to go all the way
Should I?
Take a chance on me
Should you?
Why should? Why I? Why you? Why now?
And the only thing I can think of is, why not?

Quién eres que apareces de la nada
y a la nada vuelves sin dejar indicio?
De dónde o cuándo fue que empezó
esto que no entiendo cómo o cuándo tuvo inicio
y que de ninguna manera esperaba?

Los días pasan, las horas mueren, y sin embargo alada
una encontrada e intermitente sensación de dulce suplicio
se abrió a trancos paso y alcanzó
entre escasos suspiros y robados silencios
un lugar que muy a mi pesar y a redoblada fuerza existencia negaba.

I want to go all the way
Should I?
Take a chance on me
Should you?
Why should? Why I? Why you? Why now?
And the only thing I can think of is, why not?

Friday 15 July 2011

Intolerancia.

Cuando un intelectual toma partido. Cuando una fuente de ideas comienza a derramarlas solo hacia un costado. Cuando luego de cualquier competencia, elección, opinión nace una voz intolerante que desmerece a aquel que tiene en frente, algo se ha perdido.
Los iconos se transforman en tales por decisión popular, no deseo o asignación propia. Cuando ese icono es además hecho portavoz de una sociedad o una parte de esta, se transforma -a lo menos- en responsable de aquellos quienes depositaron su fe, anhelos, sueños en ese ser. Cuando ese icono toma partido, pierde magia, pierde color, pierde luz, pierde credibilidad.
Sin ir en una caza de brujas enunciando nombres o seudónimos de próceres muertos, otros tantos vivos que se autoproclaman héroes patrios o cuyos ineptos adeptos llevan en hombros, el solo hecho de tomar partido por parte de aquel a quien pensaba intelectual -sea que este escoja rojo, blanco o moteado- repugna el alma, descorazona un poco, desilusiona bastante.
A rodar la vida, pues la vida rueda sola. Y a aquellos que nos ayudan a hacerla rodar, sean bienvenidos. Mas a aquellos a quienes algún día elegimos como independientes faros de nuestros más íntimos ideales, que luego por circunstancias extrañas hacen parpadear esa luz que nos guiaba, que onda desazón.

Monday 4 July 2011

Londres, miércoles 29 de junio de 2011

Cafetería en Londres. Mañana de verano de un miércoles soleado, Temprano, muy temprano. Unas pocas personas sentadas adentro del lugar. Otras tantas entrando y saliendo. Desde afuera entra el sonido de la ciudad: motocicletas, automóviles, maquinas de acero y plástico. En el lugar, música suave, casi elegante, con algo de sabor latino. En una de las mesas una pareja que parecen ser madre e hijo. Ella en sus cuarenta; él de escasos veinte. Ella de espaldas a mí, sólo distingo su cabellera entre gris y blanca hasta la nuca, sweater de hilo o algodón muy fino, también gris, se escapa por debajo lo que aparenta ser una camisa con, quizá flores blancas y anaranjadas, pantalones capri de jean azul oscuro y unas sandalias deportivas (de las de plástico y tela). EN general, de complexión delgada y modos suaves, sobrios, sin ser protocolar, de cierta elegancia en la postura recta y al tomar el tazón de café. El hijo, de frente a mí, con rostro muy joven, cabello rubio oscuro, amarronado, alborotado pero no desprolijo, tez blanca, ojos pequeños y rasgados de un color que no distingo por la distancia que nos separa pero imagino claros, celestes, nariz pequeña, angular y boca también pequeña, de labios algo rojizos y finos. Viste una camiseta color naranja de mangas cortas con alguna inscripción en letras blancas y fondo oval azul, jeans color gris gastados a la altura de las rodillas. EL calzado se me escapa ya que la madre dispuso entre él y ella, en el piso, su bolso deportivo, ocultándome el detalle. EL también es de gestos contenidos, mínimos. No se cruzan palabras, escasas miradas tan sólo. Ella sigue saboreando el café tomando con ambas manos el tazón y dando sorbos repetidos, seguidos pero cortos. El, de tanto en tanto, revisando su teléfono móvil.
¿Y por qué me detengo a describirlos a ellos de entre los concurrentes en la cafetería? De nuevo, signos; esta vez, con reminiscencias de un pasado y emociones encontradas. La ciudad, otra; incluso, el país y la época fueron otros; y los protagonistas…