Saturday, 30 September 2017

Referéndum en Cataluña (Catalunya): ¿Qué es un referéndum? ¿Qué es la autodeterminación?




Cataluña es una comunidad autónoma en España. Su status autónomo es especial. El estatuto de Autonomía de Cataluña es la ley orgánica fundamental, en rango legal y político, sólo después de la Constitución española de la que se origina el Estatuto.
El 9 de noviembre de 2015, los legisladores catalanes aprobaron un plan de secesión de España para 2017. El plan fue suspendido por el Tribunal Constitucional español, pero el gobierno catalán ha insistido en que completará el plan a pesar de la suspensión. El 9 de junio de 2017, el Gobierno catalán anunció el referéndum de independencia. Sin embargo, los tribunales españoles han declarado el referéndum como ilegal. Hoy, domingo 1 de octubre el referéndum es una realidad.
¿Qué es un referéndum?
Debemos ser muy precisos al contestar esta pregunta. De hecho, existen dos conceptos interrelacionados: a) el concepto de autodeterminación; y b) el concepto de referéndum.
Para el concepto de autodeterminación tenemos que revisar lo que el Derecho Internacional Público (DIP) dice al respecto. El hablar sobre el significado y las razones detrás de los discursos y documentos políticos puede ser entretenido, pero no ofrece ninguna herramienta útil real o legal para entender el problema. Así que nos centraremos ahora en algunos de los documentos que son hoy en día parte de DIP, y que tanto los gobiernos de España y Cataluña a menudo mencionan. Para ilustrar el punto:
Capítulo 1, artículo 1, parte 2 de la Carta de la ONU establece entre sus propósitos: "El desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones, basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y autodeterminación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal "
Resolución de la Asamblea General de la ONU 1514 Artículo 2: "Todos los pueblos tienen el derecho de autodeterminación; en virtud de este derecho establecen libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural "
Resolución de la Asamblea General de la ONU 2649 Artículo 1: "Afirma la legitimidad de la lucha de los pueblos bajo dominación colonial y extranjera reconocidos como titulares del derecho a la autodeterminación de restaurar para sí mismos ese derecho por todos los medios a su disposición"
Asamblea General de la ONU la resolución 2625 Artículo: "El principio de la igualdad de derechos y la autodeterminación de los pueblos"
y otros.
Aquí podemos ver de inmediato el origen de la disparidad en la interpretación y la clave para utilizar el mismo concepto de autodeterminación en diferentes formas dependiendo del interés que apoyamos. Debido a la vaguedad y ambigüedad del lenguaje normas legales tendrán necesariamente una textura abierta. Y debido a la textura abierta del lenguaje, habrá distintas interpretaciones respecto a cada norma legal. En términos más simples, toda palabra (y también sucede en la ley) puede tener diferentes significados; por ejemplo, una norma que prohíbe "vehículos" en el centro de la ciudad fácilmente se entiende para los coches; pero, ¿qué pasa con las bicicletas?
La autodeterminación como concepto jurídico tiene los mismos problemas. El término en sí mismo y sus componentes no están claramente definidos (¿qué significan "pueblo", "nación" y "derecho"?). Este fenómeno se "traduce" en los argumentos procedentes de España para validar su política en cuanto a Cataluña. Pero también es "traducida" en contra-argumentos procedentes de los catalanes para mostrar exactamente lo contrario.
Como podemos ver, el principal problema está dado por el término en sí mismo y la falta de una definición precisa. Sin embargo, eso no es exclusivo de la autodeterminación. Para aquellos que están en las ciencias políticas y jurídicas, un concepto ambiguo, no está claramente definido, es algo casi de esperar por defecto. Así que vamos a tratar de traer algo de luz en lo que parece ser un problema oscuro.
De una manera sencilla y esquemática, podríamos ver que:
1) La autodeterminación es reconocida mundialmente como imperativo incluido en muchos de los documentos de Derecho Internacional Público.
2) En términos generales, esto significa que la “gente”, las personas "pueden decidir su destino" político.
3) Por “gente” se entiende habitantes.
4) Cualquier grupo de personas-habitantes-pueden hacer valer su derecho a la autodeterminación.
5) En consecuencia, el resto de la sociedad internacional sólo puede reconocer sus deseos.
Un referéndum es uno de los medios para expresar estos deseos. Es decir, un referéndum es un voto general por parte del electorado en una sola cuestión política. Si se aplica a la autodeterminación, por lo general significa que los habitantes decidirán si constituyen una organización política independiente o permanecen con el estatus político que actualmente tienen-por ejemplo, una provincia, un territorio de ultramar, etc.

Referendum in Catalonia (Catalunya): What is a referendum? What is self-determination?




Catalonia is an autonomous community in Spain. Their autonomous status grants is special. The Statue of Autonomy of Catalonia is the fundamental organic law, second only to the Spanish Constitution from which the Statute originates.

On 9 November 2015, Catalan lawmakers approved a plan for secession from Spain by 2017. The plan was suspended by the Spanish Constitutional Court, but the Catalan government has insisted that it will complete the plan despite the suspension. On 9 June 2017, the Catalan government announced the independence referendum. However, Spanish courts have declared the referendum to be illegal, Today, Sunday 1st October 2017 Catalonia is having a referendum.

 

What is a referendum?

We have to be very precise when answering this question. There are two intertwined concepts: a) the concept of self-determination; and b) the concept of referendum.

For the concept of self-determination we have to review what International Public Law (IPL) says about it. To discuss the meaning and reasons behind political speeches and documents may be entertaining but does not offer any real or legal useful tool to understand the issue. So we will focus now on some of the documents that are nowadays part of IPL and that both the governments of Spain and Catalonia so often mention. To illustrate the point:

 

Chapter 1, Article 1, part 2 of the UN Charter states amongst its purposes: “To develop friendly relations among nations based on respect for the principle of equal rights and self-determination of peoples, and to take other appropriate measures to strengthen universal peace”

 

UN General Assembly Resolution 1514 Article 2: “All peoples have the right to self-determination; by virtue of that right they freely determine their political status and freely pursue their economic, social and cultural development”

 

UN General Assembly Resolution 2649 Article 1: “Affirms the legitimacy of the struggle of peoples under colonial and alien domination recognised as being entitled to the right of self-determination to restore to themselves that right by any means at their disposal”

 

UN General Assembly Resolution 2625 Article e: “The principle of equal rights and self-determination of peoples”

 

and others.

 

And here we can immediately see the origin of the disparity in interpretation and the key to use the same concept of self-determination in different forms depending on the interest we support. Because of the vagueness and ambiguity of language legal norms will necessarily have an open texture. And because of the open texture of language, there will be a core of settledness and a penumbra of unsettledness in every legal rule. In simpler terms, any word (and it also happens in law) can have different meanings; for example, a norm banning “vehicles” from city centres would easily be understood for cars; what about bicycles?

 

Self-determination as a legal concept has the same problems. The term itself and its components are not clearly defined (what do “people”, “nation”, and “right” mean?). And that is “translated” in arguments coming from Spain used to validate their policy in relation to Catalonia. But, it is also “translated” in counterarguments coming from the Catalonian side to show exactly the opposite.

 

As we can see, the main problem is given by the term itself and its lack of a precise definition. However, that is not exclusive of self-determination. For those who are into political and legal sciences, an ambiguous, not clearly defined concept, is something almost to be expected by default. So let us try and bring some light into what appears to be a dark problem.

 

In a simple and schematic way, we could see that:

1) Self-determination is globally recognised as imperative even included in many International Public Law documents.

2) Broadly speaking, it means that people “can decide their destiny”.

3) By people it is meant inhabitants.

4) Any group of people−inhabitants−can assert their right to self-determination.

5) In consequence, the rest of the international society can only acknowledge their wishes.


A referendum is one of the means to express these wishes. That is to say, a referendum is a general vote by the electorate on a single political question. If applied to self-determination, it usually means that the inhabitants will decide whether to be an independent political organization or remain with the political status they currently have−e.g. a province, an overseas territory, etc.

Friday, 29 September 2017

JUEGO SOBERANO: COMO SOLUCIONAR CONFLICTOS DE SOBERANÍA (PARTE 4 DE 21)

Dos individuos, tres opciones.

Los posts anteriores han demostrado que somos diferentes, vivimos en sociedades plurales tanto a nivel nacional como internacional; y que teniendo estas diferencias en mente podemos encontrar situaciones similares a juegos de suma cero o juegos de suma no cero.
 


 

Cuando tenemos partes diferentes y estas partes quieren el mismo objeto, podemos encontrarnos con un "conflicto de intereses." Un conflicto de intereses entre individuos o Estados solamente ocurre cuando más de una parte está involucrada. Además, cada una de estas partes quiere exactamente el mismo objeto ... o al menos, eso es lo que puede parecer al principio. De hecho, puede no ser tan simple como compartir una naranja o cortar un pastel.


 

Siguiendo esta línea de pensamiento, los conflictos o las disputas de soberanía son un ejemplo de conflictos de intereses. Es decir, tenemos varias partes que quieren el mismo objeto. Tenemos a Argentina y al Reino Unido deseando ser el único soberano sobre las islas Falkland/ Malvinas; tenemos a Rusia y Ucrania que desean ser el único soberano sobre Crimea; tenemos a China, India y Pakistán deseando ser el único soberano sobre Cachemira. Hay muchos casos similares a estos en todo el mundo, pero por ahora, se la idea queda en claro.

Una de las principales diferencias entre un simple conflicto de intereses sobre un objeto y un conflicto de intereses basado en una reclamación de soberanía es el hecho que los territorios reclamados están poblados. Así, en la mayoría de estos conflictos o disputas de soberanía, ninguno de las principales partes o Estados soberanos parece reconocer la voluntad de los pueblos que de hecho viven en los territorios reclamados.

Dejemos por ahora las particularidades de los conflictos o disputas de soberanía y exploremos si puede existir una solución respecto de los conflictos de intereses a nivel del individuo. Si esto es posible, podremos replicar el procedimiento y aplicar la metodología adaptada a los conflictos o disputas de soberanía.

 


Estuvimos de acuerdo en que cualquier conflicto de intereses tendría al menos dos partes. En el caso de sociedades civiles, al menos dos individuos. Imaginemos un mundo en el que sólo tengamos dos personas: Bueno y Malo. De cara al mundo por su cuenta, estas dos personas tendrían opciones limitadas:

a) Pueden convertirse en enemigos

b) Pueden llegar a ser neutrales, ni enemigos ni aliados

c) Pueden convertirse en aliados
 

Supongamos que se convirtieron en enemigos. Si Bueno y Malo se convirtieran en enemigos, estarían uno contra el otro, competirían entre sí, deberían defenderse uno contra el otro. Aún más, el ambiente circundante, con todas las situaciones peligrosas y seres peligrosos, los encontraría en soledad. La búsqueda de alimentos y refugio correspondería a cada uno de ellos y a su provisión individual. Finalmente, si se necesitaban entre sí para propagar la especie, la especie sería condenada a la extinción.


Consideremos ahora que Bueno y Malo no se convierten en aliados ni en enemigos. No estarían uno contra el otro, no competirían unos contra otros, así que en principio no tendrían que pensar en defenderse del otro. Sin embargo, el ambiente circundante, con todas las situaciones peligrosas y seres peligrosos, los encontraría en soledad. Encontrar alimentos y refugio seguiría siendo responsabilidad de cada uno de ellos y de su provisión individual. Más importante aún, la especie estaría condenada a la extinción. Es cierto que, al igual que algunos animales, Bueno y Malo pueden estar de acuerdo en tener relaciones sexuales y separarse después u optar por realizar ciertas otras actividades conjuntamente por una razón particular y durante un período de tiempo. En cualquier caso, si bien pueden acordar hacer ciertas cosas juntos, no habría obligación alguna entre ellos.
 

Pensemos ahora en el caso en que Bueno y Malo decidieran convertirse en aliados. Las consecuencias más obvias serían que Bueno y Malo se enfrentarían juntos al medio ambiente, se ayudarían mutuamente a proporcionar alimento y refugio, se protegerían uno a otro contra situaciones y seres peligrosos, propagarían la especie, etc.

¿Es este último escenario la mejor opción para Bueno y Malo en una situación en la que son los dos únicos individuos de su especie en el planeta? ¿Es este el mejor resultado para ambos? Ciertamente, este acuerdo no garantiza justicia y equidad. Lejos de un enfoque igualitario, Bueno y Malo pueden estar de acuerdo sobre un tipo de alianza diferente. Es decir, podría haber más de una manera de cooperar y, estas formas de cooperación podrían ofrecer resultados diferentes. Por ejemplo, Bueno puede estar mejor bajo un método de cooperación; por el contrario, para Malo puede resultar mejor otro arreglo, a pesar que ambos están mejor que si se negaran a cooperar. En un escenario extremo, tanto Bueno como Malo pueden estar mejor si uno de ellos se somete a servir al otro.

Si Bueno y Malo tienen un acuerdo proporcional, equitativo y justo, o uno en el cual uno de ellos se hace subordinado del otro, el punto es que en un caso en el que tenemos dos individuos en un entorno similar y en circunstancias que los desafían, pueden estar de acuerdo en cooperar de una manera u otra para su bien común. Más precisamente, al renunciar a parte de su soberanía individual, poder sobre sí mismos o autonomía,  Bueno y Malo tendría una selección más amplia de posibilidades a elegir.
 

La cuestión es si podemos extender este análisis y aplicar la metodología a conflictos o disputas de soberanía en las que Estados soberanos reclaman la soberanía exclusiva sobre el mismo territorio poblado. ¿Cómo sería posible reconocer el pluralismo que encontramos en las relaciones internacionales y ofrecer una solución a los conflictos de soberanía? ¿De qué manera sería factible crear la misma plataforma de discusión para pueblos que son diferentes y auto-interesados y están discutiendo sobre recursos limitados? Es decir, ¿en los casos en que sólo hay un territorio poblado (y por lo tanto, este es un recurso muy limitado) cómo pueden las partes interesadas abordar negociaciones al respecto?


Jorge Emilio Núñez

29 de Septiembre de 2017

SOVEREIGN GAME: HOW TO SOLVE SOVEREIGNTY CONFLICTS (PART 4 OF 21)

Two individuals, three choices.

The previous posts have shown that we are different, we live in plural societies both nationally and internationally; and, that having these differences in mind we may result in having situations similar to either zero sum games or non-zero sum games.


 

When we have different parties and these parties may want the same object, we may have a “conflict of interest.” A conflict of interest between individuals or States can only happen when more than one part is involved. In addition to this, each of these parties want exactly the same object… or at least, that is what may seem at first. Indeed, it may not be as simple as sharing an orange or cutting a cake.

 

 
Following this line of thinking, sovereignty disputes are an example of conflicts of interest. That is to say, we have several parties that want the same object. We have Argentina and the United Kingdom wanting to be the sole sovereign over the Falkland/Malvinas islands; we have Russia and Ukraine wanting to be the sole sovereign over Crimea; we have China, India, and Pakistan wanting to be the sole sovereign over Kashmir. There are many cases similar to these ones around the world, but by now, you get the idea.

One of the main differences between a simple conflict of interest over an object and a conflict of interest based on a sovereignty claim is the fact that the territories being claimed are populated. Thus, in most of these sovereignty conflicts or disputes, none of the main parties or sovereign States seem to recognise the will of the peoples who actually live in the claimed territories.


Let us leave for now the particularities of sovereignty conflicts or disputes and explore whether there may be a solution to conflicts of interest at the level of the individual. If this is at all possible, we may be able to replicate the procedure and apply the adapted methodology to sovereignty conflicts or disputes.

 


We agreed that any conflict of interest would have at least two parties. In the case of civil societies, at least two individuals. Let us imagine a world in which we only have two people, Good and Evil. Face with the world on their own, these two people will have limited options:

 

a)           They may become enemies

b)           They may  become neither enemies nor allies

c)           They may  become allies

 

Let us assume they became enemies. If Good and Evil became enemies they would be against each other, compete against each other, ought to defend against each other. Even more, the surrounding environment, with all hazardous situations and dangerous beings, would find them in solitude. Finding food and shelter would be up to each of them and their individual provision. Finally, if they needed each other to propagate the species, the species would be condemned to extinction.


Consider now Good and Evil neither becoming allies nor enemies. They would not be against each other, compete against each other, so in principle, they would not need to think of defending themselves from the other. Yet, they the surrounding environment, with all hazardous situations and dangerous beings, would find them in solitude. Finding food and shelter would still be up to each of them and their individual provision. More importantly, their species would be condemned to extinction. It is true that, similar to some animals,  Good and Evil might agree to have sexual intercourse and separate afterwards or choose to do certain other activities for a particular reason and over a period of time. In any case, although they may agree to do certain things together, there will be no constraint on either of them to fulfil any obligation in respect to the other.
 

Let us now think of the case in which Good and Evil decided to become allies. The most obvious consequences would be that Good and Evil would confront the surrounding environment together, they would help each other in providing food and shelter, they would protect each other against hazardous situations and dangerous beings, they would propagate the species, and so on.

Is this last case scenario the best option for Good and Evil in a situation in which they are the two only individuals from their species on the planet? Is this the best outcome for both? Certainly, this agreement does not guarantee justice and fairness. Far from an egalitarian approach, Good and Evil may agree on a different king of alliance. That is, there might be more than one way to cooperate and, these ways might offer differing payoffs. For example, Good may be better off under one method of cooperation; on the contrary, Evil may be better off under another arrangement, even though both are better off under either of the two than if they refused to cooperate. In an extreme scenario, both Good and Evil may be better off by one of them being subservient.
 
Whether Good and Evil have a proportionate, fair and just agreement or one in which one of them becomes subservient of the other, the point is that in a case in which we have two individuals in a similar environment and under the same circumstances that challenge them, they may agree to cooperate in a way or another for both their common good. More precisely, by giving up some individual sovereignty, power over themselves, or autonomy, Good and Evil would have a more ample range of possibilities to choose from.


The question is whether we could extend this analysis and apply the methodology to sovereignty conflicts or disputes in which sovereign States are claiming the exclusive sovereignty over the same populated territory. How would it be possible to acknowledge the pluralism we find in international relations and offer a solution to sovereignty conflicts? In what way would it be feasible to create the same platform for discussion to peoples that are different and self-centred and are discussing over limited resources? That is to say, in cases in which there is only one populated territory (and therefore, this is a very limited item) how may different parties agree to go into negotiations?

 

Jorge Emilio Núñez
29th September 2017

Monday, 25 September 2017

JUEGO SOBERANO: COMO SOLUCIONAR CONFLICTOS DE SOBERANÍA (PARTE 3 DE 21)


Dentro del estado tenemos personas que son diferentes en muchos sentidos. Hay algunas personas que son ancianos y algunos otros jóvenes; algunos que son altos y otros que son bajos; unos pocos que son muy ricos y muchos con problemas financieros; y así tantas otras diferentes características. La comunidad internacional es exactamente igual en este punto. Hay muchos estados que son diferentes en muchos aspectos. La última vez introdujimos la idea del pluralismo tanto en el contexto nacional como internacional:

 

 
Tenemos estados que son ricos en recursos naturales y otros que no lo son; algunos con los medios de defensa más modernos, la mayoría que no pueden defenderse; algunos que son financieramente estables, otros que no lo son; algunos estados que están densamente poblados y otros en los que la población es muy escasa; algunos con vastos territorios, algunos tan pequeños que existen ciudades que son más grandes que ellos; y tantas otras características que los hacen diferentes. De hecho, el mundo es un collage en el sentido de la diversidad. Todos somos diferentes y nuestros estados son un reflejo de ese hecho.

Aunque los estados son diferentes en muchos aspectos, son todos, en principio, soberanos. Soberanía significa en este contexto que una determinada población que vive en un determinado territorio es capaz de designar su propio gobierno y crear derecho para sí mismos sin reconocer ninguna otra autoridad normativa ajena.

En términos muy simples, los conflictos de soberanía tienen que ver con casos en los que más de una población reclama -por cualquier razón- el mismo territorio y entiende ser la última autoridad normativa sobre ese territorio y quienquiera que viva allí.

¿Por qué tenemos conflictos de soberanía? Si vamos a teorizar todos estos casos, encontramos:

 

1. Más de una población.

2. UN territorio reclamado por más de una parte.

3. Cada parte reclama la soberanía exclusiva y última sobre el mismo territorio y sobre quienes viven allí.

 

Aquí se pueden identificar dos elementos principales: a) el auto-centrismo (que no es lo mismo que el egoísmo); y b) artículos escasos (si asignamos el uso y/o la propiedad de un artículo dado a un individuo no hay más para repartir o muy poco para distribuir entre otros).

Por un lado, en todos los conflictos de soberanía tenemos UN ÚNICO territorio reclamado por todas las partes interesadas. Por ejemplo, hay una Cachemira, hay una Gibraltar, hay dos Islas Malvinas/Falklands, hay una Jerusalén. En estos casos, si "asignamos" la soberanía sobre Gibraltar a España, al Reino Unido o a los gibraltareños (en este último caso a través de la independencia), las otras partes resultarán en no tener ninguna participación en los asuntos internos y externos. Y la misma manera de pensar se puede replicar en todos los conflictos o disputas de soberanía.

Por otra parte, todos estos pueblos o poblaciones están afirmando ser el soberano exclusivo y último sobre este territorio. Ellos "quieren" ese territorio sólo para sí mismos. Eso es lo que llamo "auto-centrismo". No es que las personas sean egoístas en el sentido de que quieren que las otras poblaciones sean borradas, eliminadas, asesinadas, aniquiladas, etc. Ser auto-céntrico o auto-interesado significa algo diferente que ser egoísta. Ser auto-céntrico o auto-interesado significa que entre tu bienestar y mi bienestar daré prioridad a mi propio bienestar sobre el tuyo (pero eso no significa que para alcanzar mi bienestar te haga daño o que mi bienestar sea a tu expensa). Del mismo modo, en los conflictos de soberanía cada una de las partes quiere la soberanía exclusiva y última sobre el territorio reclamado, pero de ninguna manera, supongo, esto significa la aniquilación de sus contrapartes en el conflicto.

 

En general, en cualquier conflicto o disputa de soberanía tenemos siempre más de una parte. Cada uno de estas partes reclama la soberanía exclusiva y última del mismo territorio. Debido a que sólo hay un territorio -escasez- y cada parte quiere ese territorio sólo para ellos mismos -el auto-centrismo- estas partes se encuentran envueltas en un conflicto o disputa de soberanía.

 

Teoría de juego

 


 

En teoría de juegos, y en términos muy simples, un juego de suma cero tiene que ver con situaciones en las que la pérdida de un individuo es igual a la ganancia de otro individuo.

Por el contrario, en un juego de suma no cero, la ganancia (o pérdida) de la toma de decisión no implica necesariamente la pérdida (o ganancia) de la otra parte. En otras palabras, donde las ganancias y las pérdidas de todas las partes no suman a cero y todos pueden ganar.

Los conflictos o disputas de soberanía pueden verse a través de la lente de la teoría de juegos de suma cero o teoría de juegos de suma no cero. Es decir, si la Argentina llega a ser el soberano exclusivo y último sobre las islas Malvinas/Falklands, Argentina gana y tanto el Reino Unido como las Islas Malvinas/Falklands pierden. Alternativamente, puede ser el caso en el que China, la India, Cachemira y Pakistán lleguen a un acuerdo en el que todos de alguna manera son soberanos al mismo tiempo sobre Cachemira y de alguna manera todas estas partes resultan en un escenario en el que de alguna manera, todas resultan ganando algo.

Si pensamos en estos conflictos de soberanía o disputas como un juego de suma cero o un juego de suma no cero, en cualquier caso las partes reclamantes están compitiendo por el mismo artículo: todos quieren la soberanía exclusiva y última del mismo territorio. La cuestión es si es posible que las mismas partes lleguen a una solución que pueda beneficiar a todos o, al menos, una solución en la que ninguna de las partes termine en una posición de desventaja con respecto a otras. Hasta que no se alcance tal solución, es difícil ver por qué o cómo alguna de las partes que tienen que ver con cualquier conflicto o controversia de soberanía en todo el mundo cambiaría el statu quo.

 
Un conflicto de intereses entre individuos o estados sólo puede ocurrir cuando más de un agente o parte está involucrado. Los conflictos o disputas de soberanía son un conflicto de intereses. La próxima vez veremos cómo un conflicto de intereses a nivel del individuo puede ser tratado y posiblemente puede ser resuelto. Potencialmente, el objetivo es aplicar el mismo procedimiento a conflictos o disputas de soberanía,

 

Jorge Emilio Núñez

25 de Septiembre de 2017

SOVEREIGN GAME: HOW TO SOLVE SOVEREIGNTY CONFLICTS (PART 3 OF 21)


Within the state we have people who are different in many senses. There are some individuals that are elders and some others youngsters; some that are tall and others that are short; a few that are highly rich and the many with financial problems; and so on. The international community is exactly the same on this point. There are many states that are different in many ways. Last time we introduced the idea of pluralism both in the national and international context:

 


 

We have states that are rich in natural resources and others that are not; some with the most modern means of defence, most that cannot defend themselves; some that are financially stable, some that are not; some states that are densely populated and others in which the population is very scarce; some with vast territories, some so small that cities are bigger than them; and so on. Indeed, the world is a collage in the sense of diversity. We are all different and our states are a reflection of that fact.

Although the states are different in many ways, they are all, in principle, sovereign. Sovereignty means in this context that a certain population living in a certain territory is able to designate their own government and create law for themselves without recognising any other alien normative authority.

In very simple terms, sovereignty conflicts have to do with cases in which more than one population is claiming—for whatever reason—the same piece of land and to be able to designate the ultimate normative authority over that territory and whoever lives there.

Why do we have sovereignty conflicts? If we are to theorise all sovereignty conflicts we may find:

 

1.   More than one population.

2.   ONE territory being claimed by more than one party.

3.   Each party claims exclusive and ultimate sovereignty over the same territory and whoever lives there.

 

Two main elements can be identified here: a) self-centrism (which is not the same as selfishness); and b) scarce items (if we allocate the use and/or ownership of a given item to one individual there is no more or very little to distribute amongst others).

On the one hand, in all sovereignty conflicts we have ONE AND ONLY ONE territory being claimed by all interested parties. For example, there is one Kashmir, there is one Gibraltar, there are two Falkland/Malvinas islands, there is one Jerusalem. In these cases, if we “allocate” the sovereignty over Gibraltar to either Spain, the United Kingdom or the Gibraltarians—independence—the other parties will result in having no share at all in the internal and external affairs. And the same way of thinking can be replicated in all sovereignty conflicts or disputes.

On the other hand, all these peoples or populations are claiming to be the exclusive and ultimate sovereign over this one territory. They “want” that territory only for themselves. That is what I call “self-centrism.” It is not that people are selfish in the sense they want the other populations to be obliterated, removed, killed, wiped out, etc. To be self-centred means something different than to be selfish. To be self-centred means that between your wellbeing and my wellbeing I will prioritise my own wellbeing over yours (but that does not mean that in order to achieve my wellbeing I will harm you or that my wellbeing is at your expense). Similarly, in sovereignty conflicts each of the parties want the exclusive and ultimate sovereignty over the claimed territory but in no way, I assume, this means the annihilation of their counterparts in the conflict.

 

All in all, in any sovereignty conflict or dispute we have always more than one party. Each of these parties claim the exclusive and ultimate sovereignty of the same territory. Because there is only one territory—scarcity—and each party want that territory only for themselves—self-centrism—these parties are part of a sovereignty conflict or dispute.

 

Game theory

 

 

 
In game theory, and in very simple terms a zero sum game has to do with situations in which one individual's loss is equal to another individual’s gain.

On the contrary, in a non-zero sum game, the decision make’s gain (or loss) does not necessarily imply the loss (or win) of the other party. In other words, where the winnings and losses of all parties do not add up to zero and everyone can gain: a win-win game.

Sovereignty conflicts or disputes can be seen through the lens of either zero sum game theory or non-zero sum game theory. That is to say, if Argentina gets to be the ultimate and exclusive sovereign over the Falklands/Malvinas islands, Argentina wins and both the United Kingdom and the Falklands/Malvinas islands lose. Alternatively, it may be the case in which China, India, Kashmir and Pakistan reach an agreement in which they all somehow are sovereign at the same time over Kashmir and somehow all these parties result in a win-win scenario.

Whether we think of these sovereignty conflicts or disputes as a zero sum game or a non-zero sum game, in any case the claiming parties are competing for the same item: they all want the exclusive and ultimate sovereignty of the same territory. The question is whether it could be possible the same parties reach a solution that could benefit them all, or at least, a solution in which none of the parties ends up in a position of disadvantage in relation to then others. Until such a solution is reached, it is hard to see why or how any of the parties that have to do with any sovereignty conflict or dispute around the world would change the status quo.

 

A conflict of interest between individuals or states can only happen when more than one agent is involved. Sovereignty conflicts or disputes are a conflict of interest. Next time we will see how a conflict of interest at the level of the individual may be addressed and may possibly be solved. Potentially, the aim is to apply the same procedure to sovereignty conflicts or disputes and see if we could achieve a similar result and solve them.

 

Jorge Emilio Núñez

25th September 2017